Agilidad emocional y mindfulness 3. Seguir adelante.
Los últimos pasos de los que Susan David habla en su libro Agilidad Emocional son: sacar los porqués a pasear y seguir adelante.
Muchas veces vivimos habiendo asumido valores ya establecidos bien por la sociedad o nuestro entorno, pero que no hemos elegido nosotros, y no es fácil encontrar la manera ni el momento para cuestionarlos y para explorar cuáles son nuestros verdaderos valores, qué es lo realmente importante en nuestra vida y cuando lo hacemos puede resultar complicado hacer los cambios necesarios. El mindfulness nos ayuda a crear ese espacio para explorar y para poder tomar decisiones más sabias… más sabias según nuestra propia sabiduría interna, y nos ayuda a que podamos poco a poco ir alineando nuestras acciones a esos valores, ir haciendo pequeños cambios en la dirección que queremos.
Los valores personales no son inamovibles, pueden evolucionar y cambiar con el tiempo, y tampoco son objetivos o metas que hay que alcanzar sino cualidades o áreas de interés personal que elegimos libremente como: el altruismo, la honestidad, la creatividad, la pasión por algo, el compromiso social, la calidad de las relaciones personales…
“Los valores personales no son inamovibles, pueden evolucionar y cambiar con el tiempo, y tampoco son objetivos o metas que hay que alcanzar sino cualidades o áreas de interés personal que elegimos libremente”.
Cuando tomamos la decisión de alinear nuestras acciones a nuestros valores, nos vamos a encontrar con momentos de dificultad, obstáculos, decisiones difíciles... Pero si aceptamos esto desde el principio y desarrollamos una actitud, no solo ya de aceptación sino de ver el proceso como una oportunidad de crecimiento, podremos mantener nuestro compromiso con nosotros mismos, nos permitirá continuar, que es ese último paso del que habla Susan David, seguir adelante.
Y para hacerlo, es necesario por un lado transformar la energía del miedo, de lo que nos preocupa, y usar esa energía a nuestro favor; el poder acceder a nuestra sabiduría interna para que nos guíe con las nuevas decisiones, y por último el poder recuperarnos más rápido de la adversidad, es decir desarrollar resiliencia, y volver a empezar con una actitud positiva.
Todas estas habilidades de las que hemos ido hablando en estas tres sesiones se pueden entrenar y fortalecer.
Este artículo está sacado de nuestro segundo día del ciclo de Agilidad Emocional de Espacio Mindfulness “Agilidad emocional y mindfulness”. Puedes escucharlo aquí, y si quieres hacer la meditación que lo acompaña, haz clic aquí.
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