Quéjate menos, quéjate mejor.
“Cuando te quejas, te conviertes en una víctima. Deja la situación, cambia la situación o acéptala. Todo lo demás es locura”.
-Eckhart Tolle
DE QUÉ HABLAMOS
Lloriquear, quejarse, gimotear, despotricar, protestar... De una forma u otra, todos lo hacemos, algunas personas lo hacen todo el tiempo. Incluso puede que vivas en un país donde es deporte nacional... ¿Pero realmente te beneficia a ti o a alguien? En una palabra: No. Salvo que hagas algo al respecto, es solo un mal hábito.
Lo bueno es que cuando sientes que estás a punto de estallar (o incluso cuando ya lo has hecho), tienes una buenísima oportunidad para hacer una pausa, investigar de dónde viene y convertir el proceso en un hábito saludable. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer:
Pregúntate cuál es tu verdadera motivación: ¿Es realmente necesario cambiar o hacer algo de manera diferente? ¿Estás siendo realista? ¿Es posible que solo quieras llamar la atención? ¿Lo estás haciendo por costumbre?
Si te das cuenta que realmente no tienes una buena razón, déjalo pasar. De lo contrario, mira a ver si puedes hacer algo al respecto y si no, déjalo pasar. Si puedes hacer algo al respecto, hazlo. Ahora. Bueno, quizá antes de hacerlo, respira hondo y considera por un momento cuál es la línea de acción más efectiva, por ejemplo: usar afirmación en lugar de despotricar.
Si a estas alturas todavía crees que quejarse es lo mejor, ¡adelante! Pero considera lo siguiente:
Escribe lo que quieres y cómo lo quieres. Específicamente y con claridad. Incluso si solo vas a llamar por teléfono.
Presenta las quejas de una en una, si el mensaje puede ser confuso.
Sé firme, pero siempre con educación.
Asegúrate de quejarte a la persona/departamento/ministerio… correcto.
Termina con una nota positiva. “¡Ójala ardáis todos en el infierno!” no es el cierre más adecuado.
Si te parece que todo este proceso es demasiado difícil, estás de suerte: ¡Practicar mindfulness te ayudará!
¿POR QUÉ ES BUENO?
La ciencia nos dice que quejarse menos y con efectividad tiene muchos beneficios:
Aumenta tus posibilidades de obtener lo que realmente quieres.
Te sentirás mejor, que es la razón equivocada por la que muchos se quejan para empezar.
Gustarás más a la gente, los quejicas constantes desesperan y frustran a los demás.
Te sentirás mejor con menos estrés, ansiedad y agotamiento.
Afecta a tu salud mental creando nuevas vías neuronales hacia la positividad y el optimismo.
ALGUNAS IDEAS
Encuentra los datos de contacto de atención al cliente y escribe o llama con tu queja, recuerda que el gato no entiende tus frustraciones.
No esperes que alguien haga lo que tú quieres que haga si no le has pedido expresamente que lo haga. Si por casualidad lo hace, disfruta y agradece la sorpresa.
Al tráfico no le afectan ni tus insultos ni tu ira, de verdad, no le importan lo más mínimo... Ni tampoco a los otros conductores que están demasiado ocupados con su propia ira e insultos. En lugar de eso vete al trabajo corriendo o andando, o en transporte público mientras escuchas una meditación guiada.
¿Hemos mencionado lo bueno que es practicar mindfulness?
EXTRA BROWNIE POINTS
Haz una canción de hip-hop con tu queja y gana millones en iTunes.
¡Que tengas una gran semana de quejas útiles!
Vero y Enrique
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