Una compra consciente.
“Mamá, quiero un perrito caliente. Pero… no está hecho de perro, ¿verdad?”.
– Jake, 5 años.
DE QUÉ HABLAMOS
Las ideas de los niños sobre el origen de las cosas pueden hacernos reír pero, ¿sabemos realmente de dónde provienen los productos que compramos? Y ¿elegiríamos comprar un artículo en particular si realmente entendiéramos su impacto en las comunidades locales, el medio ambiente y nuestra salud? La mayoría suponemos que en nuestro país hay suficientes controles para comer, vestir o usar sin peligro prácticamente todo lo que se vende en el supermercado, pero es muy raro que investiguemos todo el recorrido desde su origen, las personas involucradas en la producción y el impacto real de los artículos que metemos en el carrito. Es complicado y engorroso, y muchos incluso secretamente admiten que no quieren saberlo, para no tener que renunciar a un producto o marca particular.
La verdad es que, aunque la mayoría de nosotros siempre elegiría hacer lo que es bueno para nosotros, para los demás y para el planeta, la conveniencia y la inercia suelen jugar la mano ganadora. Así que esta semana proponemos que elijas un producto que normalmente compres (nada nuevo) y que hagas el esfuerzo de investigar su ciclo de producción, impacto, beneficios y riesgos, y luego tomar una decisión consciente sobre comprarlo o no, o cambiar de marca o hacer lo que te parezca.
¿POR QUÉ ES BUENO?
Comprar conscientemente es un proceso con numerosos beneficios, estos son algunos de ellos:
Actuar en línea con valores que benefician a la comunidad aumenta nuestros niveles de felicidad.
Te da más control sobre sus opciones de compra.
Ayuda a cultivar la compasión y la conexión con los demás al reflexionar sobre la vida de las personas que hacen posible el producto.
Aumenta tus niveles de gratitud al darte cuenta y apreciar la complejidad del proceso y la gran cantidad de personas involucradas en hacer posible el producto que tienes en tus manos, desde el agricultor o ganadero, hasta el reponedor. La gratitud es una fuerza mayor de bienestar y bondad.
Al romper el hábito de las compras impulsivas y sin sentido, puedes minimizar tu adaptación hedónica.
ALGUNAS IDEAS
Elige e investiga el producto antes de ir a comprar (uno de nosotros por aquí tiene la desesperante manía de ponerse a investigar en el móvil en mitad del pasillo del súper...)
Léete la historia e información disponible (las marcas sostenibles y éticas tienden a contar su historia más abiertamente) y dedica 5-10 minutos a investigar por otro lado.
No hace falta comprar un producto físico, si usas Ecosia como tu buscador ayudarás a plantar árboles donde más se necesitan. Te dirá cuántos árboles se plantan con tus propias búsquedas. ¡Genial! (Y por supuesto no te olvides buscar "funciona ecosia" en otro motor de búsqueda primero!)
Compra el mismo producto que ibas a comprar, pero encuentra una opción local o al por mayor para reducir el impacto ambiental.
Busca productos con certificaciones de comercio justo / sostenible / orgánico.
EXTRA BROWNIE POINTS
¡Cuéntales a otros sobre tu experiencia y anímales a probarlo!
¡Feliz compra consciente!
Vero y Enrique
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